La decisión de comprar el primer móvil a un niño o niña suele venir acompañada de dudas y debates en casa. ¿Es demasiado pronto? ¿Será seguro? ¿Qué tipo de teléfono conviene más?
Hoy en día, el smartphone se ha convertido en una herramienta omnipresente, pero eso no significa que cualquier dispositivo sea adecuado como primer paso en la vida digital de nuestros hijos. En este artículo compartimos recomendaciones claras para familias que buscan un equilibrio entre autonomía, seguridad y bienestar tecnológico.
Pero antes, os invitamos a leer un artículo anterior en el que hablamos de normas para el uso del móvil en adolescentes.
A qué edad comprarle el primer móvil
No existe una edad universal que marque el momento exacto. Sin embargo, los especialistas en educación digital coinciden en que antes de los 10 años no tiene demasiado sentido que un niño disponga de un teléfono propio. A partir de esa edad, en cambio, suelen empezar nuevas necesidades: actividades extraescolares, desplazamientos sin adultos o más contacto con amigos fuera del aula.
Por eso, la mayoría de expertos recomiendan a partir de esa edad como mínimo, como un buen punto de partida para valorar la compra del primer dispositivo. No se trata tanto de una cuestión de moda o presión social, sino de identificar si realmente el niño necesita una herramienta de comunicación.
Conviene recordar que un teléfono puede ser simplemente eso: un dispositivo para llamar, enviar mensajes y mantenerse en contacto. No es imprescindible que incluya todas las funciones de un smartphone convencional que sería recomendable para edades más avanzadas.
Además, la propia Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda, en su Plan Digital Familiar actualizado en 2024, retrasar lo máximo posible el acceso al primer smartphone en la infancia y, en el caso de los niños de 7 a 12 años, optar preferentemente por teléfonos sin acceso a internet.
En este sentido, resulta fundamental que el primer móvil sea una herramienta adaptada a su edad y no un acceso directo a redes sociales, videojuegos sin límite o contenidos poco apropiados.
Cómo debe ser el primer móvil de un niño o una niña
Elegir el primer teléfono no debería centrarse en las características técnicas, sino en la funcionalidad y la seguridad. Un buen dispositivo de inicio debe permitir comunicarse de manera sencilla, sin convertirse en una fuente de distracciones ni en una puerta abierta a riesgos digitales.
Aquí repasamos los aspectos clave que conviene valorar:
Facilidad de uso
El primer teléfono debe ser intuitivo, fácil de manejar y con menús claros. Un niño no necesita un terminal complejo ni cientos de opciones que no utilizará. Cuanto más simple, mejor.
Seguridad digital
Es imprescindible que el dispositivo cuente con limitaciones de acceso a contenidos inapropiados y evite la descarga de aplicaciones no supervisadas. El móvil no debe convertirse en un caballo de Troya que introduzca riesgos en la vida familiar.
Sin redes sociales
Las redes sociales pueden esperar. En etapas tempranas lo importante es la comunicación directa con la familia y amigos más cercanos. Evitar la exposición temprana a estas plataformas reduce la presión social y los posibles efectos negativos sobre la autoestima.
De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), Oficina Regional para Europa advierte que el uso problemático de redes sociales entre adolescentes pasó del 7 % en 2018 al 11 % en 2022, y que este patrón de uso se asocia con un menor bienestar mental y social, así como con problemas de sueño, rendimiento académico e incluso mayor consumo de sustancias.
Por todo ello, retrasar la entrada de los niños en el mundo de las redes sociales es una decisión clave para proteger su desarrollo emocional y fomentar una relación más sana con la tecnología.
Durabilidad y resistencia
Los niños no siempre tienen el mismo cuidado que los adultos con los dispositivos. Un buen primer móvil debe ser robusto, capaz de soportar caídas accidentales y con una batería de larga duración.
Precio razonable
No es necesario gastar una fortuna. El valor del primer móvil no está en su cámara ni en su potencia, sino en que cumpla bien la función para la que fue diseñado: comunicar de manera segura. Un precio intermedio suele ser la mejor elección.
Control y autonomía equilibrados
El teléfono debe ser una herramienta que fomente la responsabilidad. No se trata de vigilar en exceso, sino de ofrecer un marco de confianza y límites claros. Un dispositivo con un sistema operativo adaptado a estas necesidades facilita mucho este equilibrio.
Qué móvil le compro a mi hijo
A la hora de elegir el primer teléfono para un niño o una niña, conviene optar por una solución pensada para familias, que combine seguridad, sencillez y confianza. Estas son las tres alternativas principales dentro del ecosistema Balance:
- Diseñado como primer móvil para niños y adolescentes (a partir de los 10 años).
- Libre de redes sociales, juegos adictivos y apps de entretenimiento sin control. Si quieres leerlo, te dejamos más información sobre los móviles solo con Whatsapp y llamadas.
- Sistema operativo propio, imposible de hackear y sin necesidad de configuraciones complicadas.
- Ideal para que los pequeños tengan autonomía sin exponerse a los riesgos de un smartphone tradicional.
- Plug & play: encender y usar, sin discusiones en casa.
👉 Recomendación principal para el primer móvil de tu hijo.
- Opción para familias que ya tienen un dispositivo Samsung compatible.
- Transforma ese teléfono en un Balance Phone, con las mismas restricciones y beneficios.
- Suscripción anual con actualizaciones automáticas.
- Una forma flexible de ofrecer a tu hijo un móvil seguro sin necesidad de comprar un terminal nuevo.
👉 Ideal si quieres aprovechar un móvil que ya tienes en casa.
- Versión premium, basada en un Samsung de alta gama.
- Pensado para adultos que buscan un smartphone funcional pero libre de distracciones, pero también para niños.
- Permite a los padres dar ejemplo de un uso digital consciente.
- Mismas ventajas: sin redes sociales adictivas, sin YouTube, sin juegos que roben tiempo.
👉 Perfecto para acompañar a tu hijo compartiendo la misma filosofía digital.
En resumen:
- Para tu hijo: Balance Phone (o Balance OS si ya tienes un Samsung).
- Para ti: Balance Phone Pro, y así dais ejemplo en familia de un uso sano de la tecnología.
¿Existen entonces teléfonos básicos para niños?
Sí, del mismo modo que para la gente mayor y son una opción muy recomendable para iniciar a los más pequeños en el mundo digital. Estos dispositivos permiten llamar y enviar mensajes, pero están libres de redes sociales, juegos y aplicaciones adictivas.
El Balance Phone es un ejemplo claro: un móvil básico en apariencia, pero diseñado con seguridad y prevención digital como prioridad. De esta forma, los niños disfrutan de autonomía mientras los padres mantienen la tranquilidad.